Un cigarrillo encendido entre sus labios carnosos pintados de rojos.
Las manos en el volante de una moto Harley-Davidson tan negra como sus ojos oscuros. El casco colgado en su blanca muñeca izquierda. Su larga y ondulada melena castaña suelta agitándose con el son del viento. Lleva una chupa de cuero negra sobre un vestido azul marino sin mangas y por encima de las rodillas, unas medias de rejilla y unas botas altas de piel marrones con un tacón de 13 cm.
Le da una calada al cigarrillo, lo tira al suelo y lo pisa hasta hacerlo añicos contra el asfalto.
Se coloca el casco sobre la cabeza y se asegura que lo tiene correctamente puesto.
Con la mano izquierda coge el volante y con la otra sostiene una navaja que le abre el seguro. Hace rugir el motor con los ojos fijos en su presa que esta descendiendo unas escaleras. Se lame el labio superior.
Lista para la emocionante travesura que va hacer.
Su presa esta entretenido buscando las llaves delante de la puerta del copiloto.
Pasa muy cerca del coche manteniendo el equilibrio, inclina la moto un poco hacia la derecha. A la vez roza el filo de la navaja contra un lado del trasero del coche arañando la carrocería verde su objetivo dejarle un bonito retoque suyo hasta donde le permita su pulso.
Al chico se le cae las llaves y se queda con la boca abierta.Él reacciona enseguida, para detenerla se coloca en su trayecto.
Ella lo desvía con destreza.
Al pasar le grita: ¡capullo!
-¡Hija de puta!
El chico recoge las llaves y corre detrás de ella sabiendo que será inútil alcanzarla.
Llega a la gasolinera. Detiene la moto. Se quita el casco. Sacude la cascada de su melena que cae descansando sobre sus hombros.Se los peina con los dedos.Ha dejado de hacer brisa.
Baja de su moto con elegancia.Hace tiempo hasta que él llegue.
Se apoya en el culo de la moto con los brazos cruzados y las piernas juntas.
El chico llega respirando entrecortadamente y tiene la camiseta calada por el sudor,resaltando su perfecta musculatura.
Esta inclinado hacia adelante con las manos en las rodillas para recuperar el aliento.Un mechon corto de pelo rubio le cubre un ojo.
-¡zorra!
Ella suelta una carcajada. Enciende un cigarrillo, le da una intensa calada y le suelta el humo en la cara.
El chico tose al inspirarlo.
-No una zorra cualquiera.
Le guiña el ojo.
El chico se pone recto, aprieta los dientes y se muerde el labio inferior mirándola directamente a los ojos.
-Te voy a enseñar a no jugar con fuego-se lo dice con una voz ronca.
La chica mira esos ojitos que tanto le gustan tan claros que te puedes perder en ellos no reflejan enfado sino deseo.
-Inténtalo, idiota.
Hace un movimiento rapido para subirse en la moto.El chico la agarra de las caderas y la sujeta fuerte contra él.Empieza un forcejeo con cosquillas y risas.La chica se rendi.
El chico le lame el lóbulo de la oreja.
-¿Aquí y ahora?
-Mi zorrita deberé de dejar de hacer puestas contigo- dice acariciando su nuca con sus labios- o seras mi perdición.Mi dulce perdición.
-Ya te avise. El único que te has quemado has sido tú, capullo.
El chico la besa en la nuca.
-¡Aquí y ahora!
-¡¿Estas loco?! ¡Nos pueden ver!- intenta apartarse para girarse y mirarlo a la cara pero la abraza aun mas fuerte para impedirselo- ¿Es que eres un capullo de verdad?
El chico se ríe enseñando sus dientes blancos.
-Si y tu mi zorrita-le da la vuelta y acerca sus labios a los de ella.
-¿Entonces a que esperamos?
