sábado, 9 de febrero de 2013

Coincidió en ese lugar

Deseo que nos volvamos a encontrar y que pase como la última vez. Nuestras miradas se cruzaron en ese balcón. Tú y yo sentados.Cada uno en una mesa distinta, saboreando un capuchino y leyendo un libro. Me sonreíste, me guiñaste el ojo y enviaste al camarero hacia a mi.
-Disculpe, señorita. Esta nota es para usted.
La leí despacito y cuando fui alzar la mirada para negarme a tu invitación, ya habías abandono la mesa contigua.
No sé quien eres. Tú tampoco sabes quién soy. Pero de algún modo sabias que necesitaba que ese día alguien me invitara a algo aunque solo fuera ese capuchino y me regalara un detalle: Una rosa. Gracias.