sábado, 16 de abril de 2011

Quédatelo no me lo devuelvas

Abrí mi corazón en dos partes y rebusque dentro aquellos sentimientos inexistentes.
Eres fría, calculadora, insensible, cabrona…. Da igual lo que me llamaran. Pasaba de esas insultantes palabras hasta de quienes provenían. Mis dos caras. La buena y la mala. La perfecta combinación de personalidades. La chica buena para dar una imagen limpia de mí, así conocía a gente mas rápidamente acaramelados con mi simpatía.
Cuando no me convenían  sacaba mi verdadera personalidad la negativa, la mala y como era de prever, se apartaban de la “víbora al sentir la mordedura. Eso no era los sentimientos que buscaba ahora referentes a esos amigos que una vez tuve. Sino los que te entregue a ti junto a mi cuerpo. Una molestia al darme cuenta que yo también  tenia que no era dura como una piedra. Y tú supiste atravesar ese muro y encontrarlos.
La vida me había tratado tan mal… y ese era mi mascara para enfrentarme a todo lo que quería pasar sobre mi. Mi corazón se desvaneció de mí al escuchar tu voz y se quedo contigo. ¿No me lo devuelves? No lo hagas. Porque quiero que alguien conserve un recuerdo bonito de mi.

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