No son palabras
que pueda llegar a ser leída con mi puño y letra ni menos que pueda derramarse una lagrima y
que la tinta se emborrone no porque sea
triste, sino porque supe hacer que se emocionara, hacer que volviese a recordar
lo que fue todo al principio y lo que quiero que continúe siendo así, que la
magia siga siendo alimentada por cada uno de
nuestros sentimientos. Porque solo nosotros podemos hacer eso, porque no
quiero vivir de los recuerdos de no tenerte ya más aquí, junto conmigo. Todas
las personas somos fuertes cuando nos encontramos en situaciones muy difíciles,
sabemos afrontarlos aunque pienses que eres débil, porque no pudiste seguir y pienses que estas muy atrás, pienso al contrario ya que debes poner parte de ti siempre, no
debes olvidar que la vida es un regalo. ¿Sabes? No me arrepiento de conocerte, ni nunca lo hare, porque ese primer día
que te vi en esa calle con tus amigos no puedo expresar con palabras lo que sentí y menos quería reconocerlo,
pero quise conocerte mas y me sentí muy a gusto hablándote sabía que podía confiar
en ti, supiste ser mi confidente. Fuiste muy claro en esos privados, contándome
todo de ti desde el principio asumiendo el riesgo de que te dijera que no, pero
no fue así, me gusto mucho tu forma de ser. A pesar de mis idioteces y de las tonterías
que te decían ciertas personas preferiste escucharlo de mis labios, en confiar
en mi completamente, para mí fue también muy importante como para ti que yo
fuera así , una persona sencilla como tú siempre lo has sido. Tantas cosas han pasado en estos 3 años y medio desde nuestra primera salida a solas con los nervios a flor de piel, pasear mientras nos íbamos conociendo y
luego sentarnos en ese parque, me da mucho cariño recordar esos días de invierno, mientras nos dábamos la mano y seguíamos conversando. Nuestro primer
beso en ese bonito lugar, fue gracioso al principio por el lio que nos metimos
y bonito cuando por fin juntamos nuestros labios. Nuestra primera sesión de cine
y ese mismo día tuvimos nuestras primeras fotos. Espero
que recuerdes que con pequeñas cosas, hacemos que las risas se asomen y que lo demás no importe, porque cada rincón de nuestra ciudad está marcado por nuestra historia que seguirá avanzando, como dando
pequeños sorbos para evitar que todo se desvanezca, que todo pierda el sentido de
esa línea recta que hace que seamos solo uno. Con ese temor latente en cada uno
de los corazones de esas personas, nosotros, que antes latían en ritmos distintos y ahora van al compás, como en un baile de vals,
pero sin evitar ser prudentes porque si
uno de ellos pierde el paso entonces el otro lo hará a su vez, están unidos, están
envueltos por una cinta roja que cubre sus ojos, sus manos, sus pies pero sobre
todo sus corazones con la parte más gruesa. Esa cinta se llama amor. Amor que
esas dos personas sienten, que a pesar de esas caídas imposibles de haber
parado con una sola palabra, no ha servido para separarlos.
No siempre se puede tener todo en esta vida,
pero si puedes tener quien le dé sentido a la misma
Ese eres Tú
Te amo, mi loco soñador