lunes, 11 de abril de 2011

Pura mariposa

A través de mi ventana abierta de par en par para que corriera el fresco en mi habitación.
Una linda mariposa entra aleteando sus alas espléndidas de unos colores vivos. Se posa sobre la lámpara de mi mesita de noche. La miro como se limpia con sus diminutas patitas las antenas con delicadeza. Me acerco aun más para deslumbrar su belleza. Se queda quieta y me da la impresión de que me esta observando. No se inmuta cuando alzo la mano con la intención de que se pose en ella. Me roza con una de sus patitas el dorso de mi mano, espero con paciencia y al final se sube. Mueve sus alas y retoma el vuelo. Pasa cerca de mi oreja y me entra un cosquilleo producido por la suave brisa que ha metido por el movimiento de sus pequeñas alas.
Sale por esa misma ventana. Me asomo y la sigo observando como con agilidad cada vez se alza más y más alto. Yendo contra la fuerza  del viento que la quiere echar para atrás, traspasa ese obstáculo poniendo todas sus fuerzas. Sin temer a ningún peligro con lo frágil que se ve.
Eso es lo que quiero yo. Volar. Llegar al cielo. Rozar con mis dedos las nubes. Y disfrutar de la contemplación de unas preciosas vistas desde ahí. Sentirme fuerte y libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario