Esta mañana las paredes de tu casa te parecen demasiado estrechas y el suelo se mueve bajo tus pies. Te asomas por la ventana, el cielo esta tan bajo que te da la sensación que va caerse sobre tu cabeza. Hoy va ser un mal día para ti. Tiemblas con solo el hecho de pensarlo. Otra vez. Murmuras. Te apoyas contra la pared y te dejas caer al suelo.
Hace 3 meses tu empresa tuvo que reducir la plantilla y te toco a ti irte. Te echaron sin darte las Gracias por tus esfuerzos. Has buscado de tu misma especialidad. Pero nada. Has estado en cutres trabajos en los que te pagaban unos sueldos pésimos. No te queda ni un duro. Y no sabes lo que hacer. Tu corazón esta destrozado, tu pareja te dejo hace días por alguien mejor que tu. Hace tiempo que no hablas con tus parientes. Tus amigos están demasiados ocupados con sus problemas y no quieres molestarlos. Tu único apoyo que te queda eres Tú. Esta lloviendo. Te cubres con la capucha, las manos en los bolsillos y la cabeza agachada. ¿Te podría ir a peor?
Solo has caminado un tramo, cuando el cielo empieza a despejarse y asomarse el Sol.
Ya el cielo lo ves demasiado alto. Todo lo ves más ancho, más bonito no tan oscuro como antes. No todo te podría peor. Al contrario, todo mucho mejor. Te ha surgido la mejor idea. El móvil te suena. Es tu ex jefe pide que vuelvas. Te quedas pensativo unos segundos ¿Volver a la empresa? Después de que te echaran de patitas a la calle…. Porque no han encontrado uno tan bueno como Tú. Te ruega tu ex jefe que vuelvas. Tu mejor ida es hora de llevarla acabo. Le cuelgas. Sonríes.
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