Encontrarse en una situación desagradable no sabes como afrontarla, te ha pillado de sopetón con una sola llamada al teléfono fijo. Tu mundo ha girado al sentido opuesto de la felicidad. Unos días antes todo era perfecto lo que mas habías deseado lo tenias a tu alcance, tu carrera terminada, trabajo, tu propio coche, la armonía de una familia formada por ti, una gran casa ganada por tus esfuerzos y lo mejor compartirla con tu pareja de hace años, ¿y dinero? que mas da si os sobraba o os faltaba poco a poco habías construido vuestra historia.
Sudas debido a los nervios, respiras hondamente para calmar la histeria que surge dentro de ti, quiere salir. Los gritos salen con fuerza de tu garganta inunda esa casa vacía que antes estaba llenada por las risas de los niños. Sollozas y tiras el teléfono contra la pared. Ya no entraras de nuevo por esa puerta, lo encontraras esperándote, sonriéndote con su cara angelical y te dará un beso de recibimiento. Ese justamente ese día, habías discutido con él. Y él había decidido llevar los niños solo sin ti como siempre, ese día justamente lo fuiste a perder todo.
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