¿Adiós?

Como dice el dicho: "Las palabras se las lleva el viento"  pero a diferencias que esta vez estas se quedaron clavadas al fondo de mi pecho. Cada punzada de dolor es cada fallo cometido sobre un mismo ser y sabes que no puedes obtener su perdon.
Acurrucada sobre mi misma, así enroscada dentro de mi caparazón.
Llorando mis penas si necesidad de que nadie me escuche solo quiero estar yo sola en la oscuridad.

-¿Como os va?

-Bien...

-¿¡Solo un bien!? ¿Donde estas el muy bien? - mi amiga me dio giro hacia allí para mirarme directamente a los ojos - ¿Que pasa?

-Solo le dije que era demasiado pesado y le pedí que me diera un respiro ósea un pequeño espacio para mí. Todo el mundo lo necesita ¿no?

-En una relación siempre hay que respetar el espacio de la otra persona dejarla su intimidad para dedicarse a sus hobbies- mi amiga me dio una sonrisa- además pensaba que era algo peor.

Baje la vista para fijarla en el suelo mientras andábamos lentamente a su ritmo.

-Bueno.... ¿Se ha enfadado?

-Es que no es solo eso.

-Entonces ¿Que es?

Se lo conté despacito sin atreverme a mirarla a la cara. Espere que dijera algo.

-Te voy a ser sincera nada de tontos consuelos- apoyo una mano en mi hombro- La has cagado.

Gimotee aun más alto sin miedo a que alguien entrara y me acribillara con preguntas. El sótano de mi casa el lugar más silencioso. Escuche que mi madre me estaba llamando desde la cocina, sus pasos se alejaban de la puerta del sótano y volvían acercarse.

-¿Donde esta?

-Estará en su habitación, la he visto subir- contesto mi padre supuse que estaria leyendo un periodico -¿Que llevas ahí?

-Algunas facturas.

-No, te digo en la otra mano.

-El móvil de ella. Acabo de ver un SMS.

 -¿Es algo malo lo que pone ahí?

Guay. Ahora mi madre se dedicaba a golismear mis cosas.

Apoye la cabeza en la pared, cerré los ojos  y espere la dolorosa  respuesta de ese SMS en boca de mi madre.

-Es un Te Echo de Menos.