miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Que harías si tu peor pesadilla se hace realidad?

Me desperté respirando con dificultad, mi corazón latía a cien por hora junto a mi alma  prisionera, mi libertad cortada por unas cadenas alrededor de mis muñecas y tobillos y mis ojos perdidos en aquel monstruo infernal que en su cara afilada asomaba una ancha sonrisa burlona.
-¡Mírame! – repetía con gusto, una y otra vez, cada vez que apartaba la vista cuando sentía que mis ojos se abrasaban.
Esto es lo que se llama tener una pesadilla, tendría que haberme despertado ya ¿no?
¿Por qué no despierto esta vez? ¿Por qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario