sábado, 26 de febrero de 2011

Añoranza

Lo llamaba al teléfono, saltaba el contestador y le dejaba mensajes diciéndole cuanto lo quería.
Le enviaba varios SMS al DIA y ninguno contestaba.
Le escribía cartas de amor y todas les eran devueltas.
Cada año un ramo de flores eran depositadas en su nuevo hogar donde nunca volvería a ver y tocar su rostro, esa si que las veía, leía su tarjeta, nunca las devolvía y le contestaba con un Te Quiero floreciendo una rosa roja entre esas rosas el DIA de su Aniversario de bodas.
Ella sabia que él la velaría todas las noches hasta que se reunieran de nuevo.

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